A lo largo del sinuoso río Guadalmansa, que serpentea entre las colinas en su camino hacia el mar, se encuentra un extraordinario pedazo de paraíso. Con espectaculares vistas que se extienden desde el mar hasta las montañas, este lugar está impregnado de una atmósfera encantadora.
Las formas de este complejo se adaptan al terreno, aprovechando al máximo su posición elevada para ofrecer vistas insuperables de la costa y la montaña.